La noche de los conos anaranjados
#40 | Liga Profesional 2024, fecha 21: Martes 5 de noviembre, 20.42 horas. Con mi gorrito y el banderín, hacia el Parque mi tranco apuro porque seguro que habrá festín (para Huracán).
Civarelli; Pautasso, Simón, Killer y Agueropolis; Acosta Silva, Martino y Ramos; Santamaría, Fernández y Barrera. Así formó Newell’s la primera vez que fui a la cancha. Era domingo 18 de octubre de 1981, era el día de la madre y el cumpleaños de mi papá. Jugamos contra Platense. Empatamos 1 a 1. El gol nuestro lo hizo Rolando Ramón Barrera de penal en el primer tiempo. Un gol especial, el primero que grité debajo de la visera que hoy lleva el nombre de uno de los once jugadores que entraron como titulares esa tarde: Gerardo Daniel Martino. Cuarenta y tres años, dieciocho días y nosécuántos partidos después, me acordé de ese gol porque contra Huracán metimos dos y no grité ninguno. Porque ellos metieron cuatro. El primero, a los 9 minutos. Y sin haber pateado un solo tiro al arco. Incluso ese primer gol no fue un tiro al arco, fue un centro del 16 al corazón del área que no alcanzó a cabecear el 43 ni a rozar el 10. Simplemente picó y se metió porque Macagno se vistió de cono anaranjado. Y los cuatro defensores decidieron imitarlo desde ahí hasta el final.
Ojo, Newell’s no había arrancado mal: Schott tuvo un cabezazo en el travesaño a los 3 minutos, Juanchón García pateó desde afuera del área a los 4 y pasó cerca, Silvetti a los 7 sacó un remate con fuerza pero justo hacia donde estaba parado el arquero Galíndez (quizás el Galíndez de mayo de 2010 no lo hubiera atajado).
A partir del 1 a 0 de la visita, Bonnie Tyler fue la banda de sonido de la noche en el Parque Independencia.
Curioso: Huracán alcanzaba la punta del torneo y desde las tribunas se gritaba que Newell’s, que está en puesto vigésimosexto entre veintiocho equipos, no jugaba contra nadie.
Dulce o truco
“Mi sobrino para Halloween se disfrazó de defensor de Newell's”. El tuit me dio mucha risa. Lo escribió @Tengo1teoria el viernes pasado, después del partido contra Unión y me lamenté de no haberlo incluido en la reseña de aquella otra derrota. Por suerte los defensores de Newell’s siempre ofrecen nuevas oportunidades, tanto al humor como a los delanteros rivales. Como Saúl Salcedo, que a los 26 minutos creyó que otra vez estábamos jugando con la camiseta alternativa y se la dio a uno de blanco en lugar de pasársela a uno de rojo y negro, ese de blanco tocó rápido para otro de blanco y Salcedo ni se mosqueó, otros dos de blanco se le filtraron por detrás, recibieron la pelota y uno de ellos convirtió el segundo gol de la noche. El chiste de hace cinco días no perdió vigencia y puedo usarlo hoy. Y si repasamos el tercero y el cuarto, veremos que también es posible repetir lo que escribí el 15 de junio en ocasión del 0-3 contra Instituto: que “la defensa de Newell’s son estos pibes brasileros que se convirtieron en meme”.
De todas formas, hay que decir que entre el primer gol y el segundo de Huracán, Matko Miljevic reventó el palo izquierdo con un zapatazo de treinta metros y que Galíndez le tapó abajo un tiro difícil a Silvetti (quizás el Galíndez de mayo de 2010 no lo hubiera atajado). Y que entre el segundo y el tercero, Newell’s descontó a través de un cabezazo de Juanchón García, pudo empatarlo con un derechazo cruzado de Salcedo sobre el final del primer tiempo o con una pifia de ambos al comienzo del segundo. También corresponde señalar que Huracán debió quedarse con diez por un planchazo de Ibañez contra Fernández Cedrés (por cierto, el Pitbull está cada día más canichizado).
Pero no lo empatamos y abajo seguimos igual que cuando se fue Méndez el 16 de septiembre y escribí esto: “Es necesario que el arquero ataje y los defensores defiendan, cualquier pelotazo largo es una situación de riesgo para los cuatro del fondo”. Cinco veces pateron al arco y nos hicieron cuatro goles, uno de ellos pateando a las manos frágiles de Macagno. Pareciera que Newell’s vive en el día de la marmota, como también ya dije el 7 de abril.
Repaso la formación que plantó Juan Carlos Montes aquella tarde de octubre de 1981 en la que fui a la cancha por primera vez en mi vida, la comparo con la que anoche dispuso Ricardo Lunari y no hay forma de no deprimirse.
El once inicial de la fecha 21: Newell’s 2 - Huracán 4
PD 1: Lo mal que habrá defendido Newell’s que no fuimos capaces de dejar ni una sola vez en offside a Wanchope Ábila
PD 2: Lo mal que habremos atacado que con estos números igual perdimos feo.