Más de lo mismo
#33 | Liga Profesional 2024, fecha 14: Otro partido sin goles a favor, otra derrota, otro director técnico que deja su cargo antes de que termine su contrato.
Fue más entretenida la cadena nacional de presentación del presupuesto 2025 ante el Congreso nacional, con eso ya está todo dicho. No existen incentivos para pasar dos horas y pico mirando un partido de Newell’s: salvo que seas hincha del equipo rival, es tiempo perdido, un padecimiento inútil. Juguemos contra quien juguemos, uno ya sabe que no vamos a ganar porque para eso primero hay que llegar al área rival con cierto criterio, que haya más de tres pases seguidos hacia adelante y que algún jugador nuestro sea capaz de gambetear a un contrario. También es necesario que el arquero ataje y los defensores defiendan, cualquier pelotazo largo es una situación de riesgo para los cuatro del fondo, hasta Velázquez se vuelve endeble cuando se pone la camiseta de Newell’s. El otro día jugó para la selección paraguaya contra Brasil por las Eliminatorias y no se la dejó tocar a Vinicius, pero el 11 de Argentinos Juniors le metió un pechazo, le ganó la posición, tiró el centro atrás, nos metieron el 1 a 0 a los 18 minutos y ahí se terminó el partido.
De todas formas, no es enteramente suya la responsabilidad en ese primer gol. A primera vista pareciera que sí, pero una cuenta de Twitter que ya hemos recomendado alguna vez (Análisis Táctico Leproso) subió un video en el que muestra la desidia de Banega y Rodrigo Fernández Cedrés en el retroceso defensivo: el jugador que mete el gol arranca detrás del mediocampo junto con ellos y ambos se desentienden con absoluta pasividad de su destino goleador. He aquí el testimonio.
Finalmente se fue Méndez
Hace rato que era previsible. Después de perder el clásico y quedar eliminados por Copa Argentina contra Central Córdoba de Santiago del Estero, la permanencia de Méndez en el cargo se hacía insostenible. Es cierto que llegó hace menos de tres meses, a fines de junio, tan cierto como que el equipo juega cada vez peor y fue involucionando partido a partido. Como los autos cero kilómetros, que empiezan a perder valor desde el momento mismo en que salen de la concesionaria, el Newell's de Méndez nunca pudo repetir los veinte minutos iniciales de su debut contra Barracas Central aquel lejano viernes 19 de julio, el único partido que ganó de los diez que dirigió. Casi tan pobre como el ciclo de Cagna, que en 2011 fue el entrenador en once partidos, empató ocho y perdió tres.
Aunque haya sido una experiencia frustrante, con nulos aspectos positivos (suena exagerado pero no lo es, si uno repasa estos tres meses puede verificar que no hubo ni uno solo), no voy a renegar de la simpatía que me genera su personaje dentro del fútbol ni de las expectativas favorables que me provocaron su llegada, reflejadas en el Newellsletter titulado Méndez conducción.
En catorce años de carrera (comenzó con un interinato en San Lorenzo en 2010) sus números no parecen una invitación a soñar en grande: 274 partidos dirigidos en trece equipos diferentes con 99 triunfos, 83 empates y 92 derrotas. Sin embargo mis expectativas son buenas, guardo una muy buena imagen de su Godoy Cruz de 2016 y me gustó lo que vi de su paso breve y accidentado por Unión en 2023. Además, dice que el mejor técnico que tuvo fue el Loco Bielsa y que su modelo es el alemán Jürgen Klopp.
A nivel táctico el equipo siempre pareció desorientado, físicamente nos superaron casi todos los rivales, tuvimos nueve lesionados por problemas musculares, rara vez el técnico pudo repetir el mismo equipo entre un partido y otro, metimos apenas tres goles y recibimos diez. Por cierto, alguien compartió este mensaje en el grupo de wasap de la filial funense de Newell’s: “Llevamos 625 minutos sin meter un gol (6 partidos + 85 minutos ante Estudiantes desde el gol de Tomás Pérez). Es la segunda peor racha de la historia. Quedamos a solo 3 minutos de la peor, que es de 628 minutos sin convertir en 1967”. Si no fuera por los veintiocho equipos que tiene la Primera División en Argentina, estaríamos peleando el descenso.
Argentinos Juniors llevaba más de 500 minutos sin meter un gol y a nosotros nos hicieron tres. Estudiantes ganó un solo partido de los últimos seis y fue a Newell’s. Racing tiene una racha negativa jugando como visitante pero del Parque se fueron con un triunfo. Pensando retrospectivamente, hubiera sido preferible perder feo contra River hace veinte días en lugar de rascar un empate y que eso precipitara la salida de Méndez, así el nuevo técnico podría haber aprovechado los quince días del reciente parate del torneo para acomodarse mejor.
Andá a saber quién viene ahora.
Pero hay algo todavía más triste: el 15 de septiembre de 2024 será recordado como la primera vez en la historia que Newell’s salió a jugar un partido oficial con cero futbolistas surgidos de sus divisiones inferiores en el equipo titular.
Cero.
Para colmo, Sebastián Méndez le arruinó el debut a nuestra joya, el mejor proyecto de de divisiones inferiores en muchos años, uno de los baluartes actuales de las selecciones juveniles argentinas, el doble de Messi en la película de Alex de la Iglesia, el primer Acuña en lucir fina y coqueta la camiseta de Newell’s Old Boys. ¿Sabés los años que hace que estoy esperando este momento, Méndez? Ya tuve tres homónimos que fueron jugadores de Central: Clarence, el Toro y el Cachete. Todavía me persigue esa tapa del suplemento deportivo del diario La Capital de enero de 2004 que decía “Acuña es canalla” para informar del arribo del chileno Clarence, que venía del fútbol inglés y pintaba bien. Por suerte no anduvo, como después tampoco funcionaron el paraguayo Roberto (porque llegó de grande y más ancho que alto) ni el Cachete Walter, que asomaba como un buen proyecto juvenil y se fue apagando de a poco.
¿Cuál es la gracia de hacer debutar a un chico de 18 años en un partido de visitante que estás perdiendo 3 a 0? La primera vez es importante, Méndez, ¿no lo aprendiste en las películas de universitarios norteamericanos que organizan el baile de graduación? Al pedo lo privaste de un recuerdo lindo al pobre Valentino, semejante crack merecía otra cosa, ¡lo hubieras puesto en la fecha pasada contra Belgrano de local, cuando salió Miljevic y lo reemplazó Esteban Fernández! Ahí podría haber entrado Acuña. Faltaban veinte minutos, el partido estaba 0 a 0 y habría jugado ese ratito con la ilusión de torcer la suerte, convertirse en héroe y llevarse una ovación. Ojo, ese día no lo pusiste y me pareció bien. Los hinchas en la cancha estaban demasiado impacientes, con el insulto fácil, y fue prudente que lo preservaras, ¡pero explicame para qué lo hiciste entrar anoche! La única razón que se me ocurre es que sos perfectamente consciente de su talento, de su potencial proyección internacional, y que lo imaginaste jugando en Europa y siendo figura de la selección argentina en un par de mundiales, entoces calculaste que, cuando se repasen sus comienzos en primera, las estadísticas dirán que fuiste vos el técnico que lo hizo debutar.
Perdón Griffa.
El once inicial de la fecha 14: Argentinos Juniors 3 - Newell’s 0
PD: La semana pasada lo crucé a Panchito González en la pescadería del Mercado Don Bosco en Funes y me impresionó lo chiquito que es, no físicamente (es un petiso armadito, como diría el Bebe, el desagotador que venía a casa) sino de aspecto: tiene 23 años pero es un nene. Estaba con la novia esperando su turno para que lo atendieran y me vi en la necesidad de hacerle notar que lo reconocía y saludarlo amablemente. Sonrió (con esa sonrisa que le vemos por televisión cada vez que algo le sale mal) y se puso colorado. Es injusto ensañarse con él, cargarle el peso de nuestros años de frustraciones. La falta de confianza le hizo perder la titularidad y eso nos llevó a presentar un equipo sin jugadores del semillero por primera vez en casi 121 años de historia.