Con la cabeza en Miami
#5 | Copa de la Liga 2024, fecha 5: Si era increíble la racha de cuatro victorias al hilo, más increíble fue que nos hayamos comido cuatro contra Racing.
La previa de un viaje siempre es estresante, que cuánta ropa meto en la valija para no excederme del máximo permitido, que cómo va a estar el clima, que dónde está mi pasaporte, que yo lo había dejado en este cajón, que a qué hora pasa el Tienda León, que salgamos con tiempo mirá si hay cortes de ruta, que me preocupa dejar la casa sola. No es fácil partir lejos y mucho menos en plena actividad, es inevitable terminar desenfocándose. Hay que decirlo: el amistoso contra el Inter Miami de Messi y el Tata Martino cayó en un momento inoportuno. Era un mes atrás, Astore. Ya sé que es una experiencia única jugar contra el mejor de todos los tiempos y que el rédito comercial puede ser importante, también entiendo si la promoción por las millas acumuladas en despegar.com para ir hasta Miami eran sólo para esta fecha, pero no parece una buena idea viajar catorce mil kilómetros entre semana en medio de un torneo que recién empieza.
Igual hay que reconocer que Larriera estuvo inteligente, cuando el tipo vio que el partido contra Racing ya estaba definido, optó por sacar a los mejores (Banega, Ramírez, Fernández Cedrés) y preservarlos para la seguidilla de compromisos que vienen. Aunque no deja de ser un detalle a tener en cuenta que estaba definido a favor de Racing. 4 a 0 a los diez minutos del segundo tiempo.
¿Qué pasó?
Son varios los factores que explican esta derrota contundente, este cachetazo lapidario. Ya se mencionó el desgaste de jugar muchos partidos en pocos días, pero hay más: yo fui a la cancha. Guille ya me había invitado para que fuéramos juntos contra Belgrano y ese día me excusé porque estaba de viaje. Contra Racing no podía fallarle, tenía que ir sí o sí, sobre todo para saber si estaba en condiciones de volver en dos semanas cuando juguemos el clásico.
Tranquilos, ya me quedó claro: no será necesaria una orden de restricción perimetral para mantenerme alejado del Estadio Marcelo Alberto Bielsa el domingo 25 de febrero.
De todas formas, quedan otras cuestiones para ajustar. No creo que los desacoples en el retroceso del mediocampo puedan atribuirse exclusivamente a mi influencia negativa. Franco Díaz sigue sin terminar de encajar y el Pitbull esta vez jugó encadenado y con bozal. Méndez por el costado derecho más o menos se las rebuscó pero defeccionó feo en el tercer gol con su despeje torpe de cabeza que dejó servida la pelota en los pies de Zuculini. Y, como contra Unión, Ángelo Martino volvió a ser Roberto Carlos, sólo que contra Racing se pareció al cantante. En el lunes de carnaval, la defensa fue un corso a contramano.
Digresión.
El domingo Argentina le ganó a Brasil por la última fecha del torneo preolímpico y clasificó a los Juegos de París. Una de las figuras fue Juan Sebastián Sforza, anuló por completo a Endrick (el muchachito de 17 años que el Real Madrid compró en 72 millones de euros) y jugó un partidazo. Durante su estadía en Venezuela con la selección sub 23, lo vendimos al Vasco da Gama que dirige Ramón Díaz. Dos comentarios al respecto. El primero: lo vamos a extrañar. Lo imagino de titular en lugar de Franco Díaz y me lamento de que jamás existirá el mediocampo Sforza-Fernández Cedrés-Banega. El segundo: lo regalamos. Acepto que haya sido necesaria su venta para poder incorporar a los jugadores que incorporamos, pero 5 millones de euros es poca plata. ¿No podrían haber esperado a que terminara el preolímpico para tasarlo a un precio acorde a lo que jugó?
Fin de la digresión. Volvamos a la noche del lunes 12.
Arriba tampoco anduvimos muy certeros. Dejo afuera a Ramírez, que tuvo dos claras y no resolvió mal (una cuando todavía estaba 0 a 0 y sacó un derechazo que pasó cerca del palo, la otra es la chilena que le tapó Arias dos minutos antes del segundo gol de Racing), la cosa es con la dupla Brian-May. Aguirre estuvo muy errático cada vez que quiso encarar a un defensor, resolvió siempre mal, equivocó todas sus decisiones. Y May, bueno… May es May.
Observaciones
Apenas arrancó el partido ya se empezó a advertir que cada pelota que perdía Newell’s terminaba en contraataque de Racing. En una de esas jugadas de relativo peligro, mientras íbamos 0 a 0, le dije a Guille que no me parecía mal si empezábamos perdiendo, que podía ser una buena prueba de carácter para ver cómo respondíamos en desventaja (cosa que hasta ahora no había ocurrido) y me miró sin mucho convencimiento, como si desaprobara la temeridad de mi observación e intentara exorcizar mis palabras.
Más temprano él me había dicho que algunas cosas de este equipo de Larriera le recordaban al espíritu de los de Bielsa de comienzos de los 90. La intensidad, la concentración, la búsqueda de juego vertical. Saliendo de la cancha con la goleada a cuestas, reforzó la idea: “Viste que te dije que el equipo me recordaba a los de Bielsa, el de esta noche parecía el del 0-6 contra San Lorenzo. Elijo creer”.
El once inicial de la Fecha 5: Newell’s 0 - Racing 4
